Terreno irregular con calles flanqueadas por árboles en los nueve primeros hoyos. Llano en la segunda parte, pero con un gran lago que hay que sobrepasar dos veces (10 y 14) y estará a su lado desde el 15 al 18. Tiene dos recorridos muy variados, en los 9 primeros el juego no puede ser muy arriesgado, se exige gran precisión y destreza ya que se debe colocar mucho la bola; por el contrario los segundos 9 hoyos premian más al jugador pegador que al preciso. Esta variedad de recorridos hacen de Lomas-Bosque un campo atractivo y cambiante).